Enseñanza-Aprendizaje:

La enseñanza es una actividad, un hacer, una práctica. Donde debe haber al menos dos personas, una de las cuales posee un conocimiento o una habilidad que la otra no posee. La primera intenta transmitir esos conocimientos o habilidades a la segunda, estableciéndose entre ambas una cierta relación a fin de que la segunda los adquiera.

No es posible asegurar que aquello sea efectivamente transmitido y adquirido: el hecho de que el docente enseñe no significa que el alumno aprenda o que aprenda lo que se pretende enseñar.

La enseñanza y el aprendizaje:

La relación que se establece entre ambas es de dependencia ontológica y no de causalidad. El concepto de enseñanza depende del concepto de aprendizaje, pues una sin la otra no existirían.

La "enseñanza-aprendizaje" como un proceso continuo y necesario se deriva del hecho empírico de que, las actividades de enseñanza van seguidas por el aprendizaje de los alumnos: el aprendizaje implica la adquisición de algo, hay por tipos de diferentes de fenómenos los cuales desde distintas perspectivas se pueden o no complementar según didactas.

1.     El primero trata de dos extremidades donde dos fenómenos actúan por separado: podemos aprender sin que nadie nos enseñe y podemos enseñar sin que nadie aprenda algo.

2.     El segundo es una visión más usual donde es el proceso de "enseñanza-aprendizaje" está amalgamado el uno con el otro haciendo así uno solo, pero lo cierto es que enseñanza y aprendizaje son dos procesos diferentes.

3.     Y por último la tercera perspectiva trata de la perspectiva que adoptamos. La enseñanza existe como actividad, porque el aprendizaje ocurre, pero ambos procesos no se identifican necesariamente.

La enseñanza es una actividad que busca favorecer el aprendizaje. La enseñanza genera un andamiaje para facilitar el aprendizaje de algo que el aprendiz puede hacer si se le brinda ayuda.

Sería la guía o el sostén que el docente ofrece y luego retira para favorecer el aprendizaje de sus alumnos.

La enseñanza sistemática existe en la medida en que se produce un proceso de comunicación entre docentes y alumnos, que permite que los primeros ayuden a los segundos a resolver problemas que no serían capaces de resolver por sí solos.